Los atletas usan mallas de compresión, que no solo brindan soporte, sino que también reducen la fricción y mejoran la comodidad durante el ejercicio. Para atletas con lesiones previas o que necesitan protección especial, se puede mejorar la sujeción del muslo. Después del ejercicio, aplicar calor o hielo puede ayudar a aliviar el dolor y la fatiga muscular en el muslo y promover la recuperación. Antes de cualquier ejercicio intenso, realice calentamiento y estiramiento para mejorar la flexibilidad muscular del muslo y prevenir lesiones.