Al elegir las monturas de gafas para niños, debe prestar atención a la delgadez de su rostro, la altura del puente nasal y otras características. La mayoría de los niños tienen puentes nasales bajos, por lo que conviene elegir monturas con plaquetas altas o monturas activas con plaquetas ajustables. De lo contrario, si las plaquetas son bajas, la montura se pegará a la cara al usarlas o incluso rozará las pestañas, inutilizándolas. En general, es mejor elegir monturas de gafas para niños. En primer lugar, debido a que el poder refractivo de los ojos de los niños cambia rápidamente, suelen necesitar cambiar las gafas cada un año, lo que resulta más económico. En segundo lugar, la mayoría de los niños son traviesos y activos, y no les importa mucho ponerse, quitarse o colocarse las gafas. Las monturas de metal son fáciles de deformar y romper, lo que afecta a su apariencia y uso. Sin embargo, no se dañan fácilmente. Si le gustan las monturas de metal, debe usarlas según sus necesidades. En tercer lugar, debido a que los niños tienen una amplia gama de actividades, trate de no elegir marcos que creen sombras y puntos ciegos en la visión, y evite marcos que sean demasiado grandes o demasiado largos.