El mundo es grande, pero el mundo de la niña Haiyin es pequeño.

Ha sido hospitalizada con frecuencia desde que tenía tres años. La cama de dos metros de largo y uno de ancho es su mundo entero. Duerme, come, juega, estudia y casi todo lo que hace se hace en este pequeño espacio.

Haiyin se sentía culpable por estar enferma, y su madre tuvo que pedir permiso para quedarse con ella en el hospital, así que su hermano tuvo que cuidarse. Haiyin sabía que no era la única enferma del mundo, pero aun así se sentía sola.

Hasta que un día, encontró muchos mensajes en el dorso de la mesa de lactancia... Tantos desconocidos a través del tiempo y el espacio le dijeron: "¡No estás sola!"

Una niña de 9 años escribió esta historia real basada en su experiencia personal. Espera compartir con más gente lo que vio, escuchó y sintió en el "mundo de dos metros cuadrados".

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