Las traviesas de acero son una estructura de soporte temporal que garantiza que la estructura de hormigón se hormigone según lo requerido. Deben soportar las cargas horizontales y verticales durante la construcción de la estructura de hormigón. El objetivo del uso de traviesas de acero en minería es garantizar la calidad de la ingeniería del hormigón y la seguridad de la construcción, a fin de asegurar que las traviesas de acero tengan la rigidez, la capacidad portante y la estabilidad necesarias.
La producción de traviesas de acero requiere una rigurosa selección de materias primas y accesorios de calidad para garantizar su fiabilidad y cumplir con los estándares de calidad actuales del hormigón armado. Actualmente, las traviesas más utilizadas son las de cemento y las de madera. Las traviesas de madera requieren una gran cantidad de madera y se pudren fácilmente debido al moho, las plagas de insectos, las inclemencias del tiempo y el clima durante su uso. Los orificios de las cartelas de fijación de las traviesas de madera se aflojan fácilmente en un entorno con vibraciones prolongadas, por lo que las traviesas de madera tienen una vida útil corta y se están eliminando gradualmente.
Las traviesas de hormigón tienen un cuerpo largo con sección transversal. La superficie superior del cuerpo largo cuenta con ranuras para los rieles, tanto a la izquierda como a la derecha, para evitar que se deformen. Estas ranuras son perpendiculares a la dirección longitudinal del cuerpo largo. Los tornillos de fijación están instalados a ambos lados de las ranuras. Las traviesas de hormigón son caras, pesadas, incómodas de transportar y fáciles de romper cuando su capacidad portante es alta. Las traviesas de acero para minería están diseñadas para superar estas deficiencias y ofrecen una traviesa de acero para minería de bajo costo, fácil de transportar, resistente a las roturas y de larga vida útil.